Capital mundial de la moda y el diseño, Milán es una ciudad que combina la historia y la modernidad, donde las alternativas son diversas en todos los ambientes.
Fue fundada en el 600 a.C por los celtas, sin embargo, lo largo de su historia estuvo en manos de una gran cantidad de pueblos, es por ello que La catedral gótica de Milán y el convento Santa Maria delle Grazie, que resguarda el mural “La última cena” de Leonardo da Vinci, son prueba de siglos de arte y cultura.
Orígenes de la ciudad de Milán
Los galos Insubros, una tribu celta que habitaba al norte del río Po, fue el asentamiento que fundó la ciudad de Milán en el año 400 a.C.
Sin embargo los romanos llegaron a estas tierras en el año 196 a.C. y la nombraron Mediolanum, gracias a su posición geográfica, en el centro de importantes rutas comerciales y bien colocada si tenían que luchar contra los germanos.
Milan se transformó en capital de la diócesis de la Italia annonaria y para intensificar la zona norte que se vio amenazada por los bárbaros del Danubio y los Alpes, Roma cedió la capital a Milán, hacia el siglo III.
El emperador Constantino el Grande legítimo el cristianismo y en el 313 se decretó el Edicto de Milán. Asimismo San Ambrosio fue nombrado Obispo de Milán en el año 374, padre de la iglesia y patrón de la ciudad.
Mila se convirtió en capital del Imperio Romano de Occidente, aunque por poco tiempo, durante el arzobispado de San Ambrosio. Pero luego en el año 452 los Hunos asaltaron la ciudad.
Milán en la Edad Media
Entre los años 774 al 962, mientras duró el imperio carolingio, los árabes controlaban el Mediterraneo y la ciudad se vio beneficiada por el aumento del comercio entre Oriente y Occidente por medio del Adriatico. En ese momento Milán volvió a ser la capital de Italia.
El descontento en la población, como resultado de la renuncia del emperador Enrique III hacia sus políticas reformistas y su proximidad al alto clero milanés, dio como resultado la creación de un grupo llamado los pataros, ocasionando luchas internas entre señores, burgueses y caballeros.
Para finales del siglo XII ayudados por el Consejo de la Credenza, los burgueses de Milán, se convirtieron en Consejeros del Obispo, con el solo propósito de apartar el poder eclesiastico.
Las luchas internas continuaron y en el siglo XIII, la familia Torriani se impone sobre la familia Visconti. Sin embargo, cuando Mateo I se convirtió en vicario imperial en el 1311, los Visconti reemplazaron a los Torriani, pasando a ser señor general de Milán, extendiendo su poder al norte de Italia.
La historia de Milán y El Ducado
En 1385, bajo el gobierno de Juan Galeazzo Visconti, Milán extendió su dominio, con la incorporación de Verona, Vicenza, Padua, Pisa, Perusa y Bolonia.
Es en 1395 cuando comienza el Ducado de Milán o Milanesado, luego que el emperador Wenceslao concede a Juan Galezzo Visconti el título de duque de Milán, y el de duque de Lombardía en 1397.
Después de la extensión de la República en 1450, el condotiero Francisco Sforza es proclamado duque de Milán.
Así pues Luis XII de Francia, hijo del duque de Orleans, heredero del del ducado, conquista Milán en 1499. De esta manera se mantuvo con interrupciones el dominio francés, hasta que se produce la renuencia francesa al ducado de Milán y este vuelve a manos de los Sforza en 1535.
Entre los años de 1540 al 1713, también fueron duques de Milán, los reyes de España. Durante mucho tiempo los españoles dominaron el Ducado y Milán pasó a ser una capital más de provincia.
Sin embargo entre los años de 1494 al 1499, Milán consiguió su esplendor cultural y artístico, siendo capital del ducado de Milanesado con Ludovico Moro.
España entregó el Milanesado a Austria en 1713, aunque veinte años más tarde intentó recuperarla sin resultados satisfactorios. La ciudad se transformó, gracias a las innumerables reformas que iniciaron los austriacos.
Milán en el siglo XX
Los Habsburgo toman de nuevo el poder de Milán entre los años de 1799 a 1802, cuando Napoleón es proclamado presidente de la República de Italia y se autoproclama primer rey de Italia en 1802.
Para 1815 el Congreso de Viena había restaurado de nuevo el poder a los austriacos y pasó a ser la capital del Reino Lombardo Véneto.
No fue sino hasta 1859, cuando Milan se vio liberada del sometimiento de la monarquía austriaca.
La capital de la moda en la actualidad
Milán vivió una serie de acontecimientos que desencadenaron en luchas callejeras, persecuciones, asaltos a periodicos y represiones a las delegaciones de las fábricas, provocadas todas por Mussolini en 1919.
En 1943 se constituyó el Comité de Liberación Nacional, luego de una serie de huelgas generales en las fábricas de la ciudad, lo que resultó en la caída del régimen fascistas.
En la actualidad Milan es un centro industrial, comercial y financiero, además de capital de la moda y el diseño mundial.